10 años despues, “Yo tengo algo que decir”: Las niñas, niños y adolescentes con referentes adultos privados de libertad alzan su voz
10th February 2022

Las niñas, niños y adolescentes (NNA) con un progenitor o un referente adulto privado de libertad[1]continúan siendo las víctimas olvidadas del encarcelamiento. Sus derechos y bienestar se ven afectados en cada una de las etapas del proceso penal de su familiar aunque a menudo esto no es tenido en cuenta por los sistemas de justicia penal. En el tercer blog de nuestra serie relacionada con el Congreso Mundial de Justicia con la Infancia, y a 10 años desde que el Comité de los Derechos del Niño (CDN) celebrara su Día de Debate General y emitiera recomendaciones este tema, Lía Fernández analiza los esfuerzos que se han realizado para que estas voces sean escuchadas en América Latina y el Caribe y lo que han tenido para decir.
“Que el comité de derecho preste atención y se asegure que estas recomendaciones se estén cumpliendo. Este proceso ha sido de mucho aprendizaje y me ha ayudado a expresarme. Como adolescentes ha significado el reconocimiento de mis derechos y cada uno de esos procesos me movilizaron y eso me ha ayudado a desarrollarme.” Adolescente de Chile.
El Día de Debate General del Comité de los Derechos del Niño (CDN) de Naciones Unidas sobre “niños con padres encarcelados” llevado a cabo en 2011, dejó de manifiesto que existía un gran vacío de conocimiento sobre el impacto negativo que se genera en la vida y derechos de millones de niños, niñas y adolescentes con referentes adultos privados de libertad (a quienes denominaremos NNAPEs de aquí en más) en el mundo y, en especial, en América Latina y El Caribe. La escasa información, tanto cuantitativa como cualitativa, la falta de leyes y políticas públicas dirigidas específicamente a esta población, la insuficiente o nula existencia de programas de atención integral ellos y sus familias y la falta de voluntad para escuchar y promover la participación de estos/as niños y niñas afectados ha resultado en que, todavía, sean INVISIBLES para los Estados, en todos sus niveles, e incluso también para muchas organizaciones de la sociedad civil defensoras de derechos humanos.
Es en base a este análisis, contexto y necesidades que la Plataforma NNAPES entra en acción y lleva a cabo su primer estudio multi país en el año 2014: “Invisibles ¿Hasta Cuándo?[2] Una primera aproximación a la vida y derechos de niñas, niños y adolescentes con referentes adultos encarcelados en América Latina y el Caribe”. El mismo brindó un primer análisis de la situación de vida de estos/as NNA y también realizó una primera estimación sobre la magnitud de este fenómeno en la región.
Es en base a esto que, hoy en día, se estima que hay por lo menos 2.300.000 de niños, niñas y adolescentes con la madre o el padre encarcelado en la región los cuales viven, en general, expuestos a un alto grado de vulnerabilidad y riesgo.
Además de la generación de conocimiento y de los esfuerzos por sensibilizar a actores de diferentes ámbitos, uno de los desafíos más relevantes que se planteó la Plataforma NNAPEs fue el de poder empoderar y posicionar a estos niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos, portavoces y protagonistas en las definiciones que se tomen y que afecten sus vidas. Es así que, además de crear espacios seguros a nivel local donde ellos pudieran comenzar a expresarse y compartir sus experiencias, la Plataforma hizo un gran esfuerzo para que estas voces fueran escuchadas directamente por actores claves a nivel nacional y regional. Como resultado, muchos de ellos/as han tenido la posibilidad de compartir sus opiniones con miembros del CDN o con autoridades relevantes del Sistema Interamericano de DDHH como la Comisión Interamericana de DDHH, la Corte Interamericana de DDHH o el Instituto Interamericano del Niño, entre otros.
En pos de seguir fomentando esta participación, y a 10 años desde que se publicaron las recomendaciones del CDN sobre el tema, la Plataforma llevó a cabo una consulta regional con los NNAPEs que giró en torno a las mismas.
Algunas conclusiones que surgieron de esta consulta regional, de la que participaron 57 NNA de 5 países de la región confirman que:
- Los/as NNAPEs cargan con el estigma de la “vergüenza”. Es por eso que suelen ocultar esta parte de su historia de vida en los ámbitos que frecuentan y/o se refugian en el silencio para evitar ser juzgados, señalados y discriminados.
- Vivencian con frecuencia el “bullying”, ejercido por sus pares o por adultos/as de instituciones por las que transitan: centros de salud, centros educativos, etc.
- Perciben que la falta de formación y sensibilización de los/as docentes o profesionales de distintos ámbitos respecto a este tema, incide directamente en el trato injusto o desigual que reciben.
- Hay una gran ausencia de soportes estatales e institucionales que acompañen emocional y económicamente a niños, niñas y adolescentes y donde puedan encontrar la posibilidad de deconstruir su situación y construir proyectos vitales alternativos.
- Específicamente en relación al momento de la detención, en general, experimentan situaciones de violencia y destrato de manera sistemática. Salvo excepciones, permea en el discurso de los y las NNA que el trato recibido por parte de funcionarios policiales o militares los expone a situaciones que evidencian riesgos y atentan contra su integridad psico-emocional y derechos humanos básicos.
- Los espacios de visita en las cárceles distan mucho de ser amigables. Sumado a esto, las revisiones manuales – ante la ausencia o mal funcionamiento de scanners por ejemplo- y las diferencias en el tratopor razones de género por parte del personal policial durante las visitas son cuestiones que también los afectan.
En base a lo anterior es que se hace urgente y necesario que se contemplen los relatos de lo que perciben los y las NNA y de lo que expresan respecto a las recomendaciones que no se cumplen o se cumplen parcialmente por parte de los Estados.
Ellos y ellas piden que:
- El Comité de Los Derechos del Niño fiscalice y supervise que las recomendaciones se cumplan efectivamente.
- Los Estados otorguen los soportes económicos y técnicos necesarios para los y las NNA con referentes adultos privados de libertad.
- Al momento de la detención, se informe de manera amigable a los y las NNA sobre lo que está ocurriendo y no se los exponga a situaciones de abuso o violencia.
- Se forme al funcionariado policial y militar sobre los “Derechos Humanos esenciales de los NNAPES”.
- Se sensibilice y capacite a técnicos y profesionales sobre esta temática de manera que ellos/as puedan generar espacios de confianza con los/as NNA y no vulneren sus derechos, ni los/as traten de manera desigual por tener a referentes adultos privados de libertad.
- Se concientice a la sociedad en su conjunto sobre esta temática y se promuevan espacios más amigables, seguros y de mayor convivencia para los y las NNAPEs.
[1] Por economía del lenguaje utilizaremos los términos “referente/s adulto/s” para referirnos a familiares o referentes de los/as NNA de ambos sexos.
[2] Disponible en http://www.nnapes.org/docs/Invisibles-hasta-cuando.pdf